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- Ana de San Jerónimo, Aguirre Juarbe (1559-1616)
Ana de Aguirre Juarbe nació en Pamplona en 1559. Era hija de Francés Aguirre y de María Juarbe, vecinos de Pamplona.
Fue gran amiga de la carmelita descalza Leonor de la Misericordia Ayanz desde la juventud. Estuvo casada con el contador Lucas de Orisoain. En la relación biográfica que escribieron sus monjas se dan más detalles de este matrimonio: “Casaronla sus padres con un cavalero contra su voluntad, con el que estuvo dos años casada, y en gran ausencia que el cavalero hizo de Pamplona , por estar en la Corte de Madrid, se tuvo siempre presunción y era la común voz de que dicha doña Ana entró doncella en la Religión, porque sólo estuvo casada dos años” ( Libro , p. 3).
Viuda joven, vistió el hábito en el Carmelo descalzo de Pamplona el 21.8.1587, a los 28 años. Catalina de Cristo la llevó de novicia a la nueva fundación del convento de Barcelona, donde profesó el 28.8.1588.
En 1600, bajo el priorato de Estefanía de la Concepción, fue subpriora. Este año, Felipe III y la reina Margarita de Austria, con el nuncio y el obispo de Barcelona, Alonso Colonna, visitaron el convento, atraídos por el prodigio del cuerpo incorrupto de Catalina de Cristo. Ana fue priora en cuatro ocasiones, dos veces subpriora y durante mucho tiempo maestra de novicias.
A pesar de que Leonor volvió a Pamplona en 1604 con el cuerpo incorrupto de Catalina de Cristo, Ana quedó en Barcelona. Las religiosas del convento de Pamplona la reclamaron, y el provincial Francisco de la Virgen dispuso en 1613 que le acompañara a Pamplona. Reclamada con insistencia desde Barcelona ante el general de los descalzos, Ana volvió a esta ciudad en compañía de Isabel de la Virgen, Albanell y Soler (1565-1640); llegó nuevamente en 1614.
Murió siendo priora en Barcelona el 20.8.1616.
Su nota necrológica refiere: “Era religiosa observantísima y de gran caudal, amada y venerada de todos, en particular del sr. Fundador del convento, Francesch Granollachs, pues adelantándose por orden de los superiores a su tierra, no paró el fundador, con sus continuas instancias en diligenciar la vuelta a esta casa, no reparando en los gastos que se debían ofrecer , acudiendo a ellos con gran liberalidad [...] es estancia la que más ha conservado la Religión y observancia regular en el convento” ( Libro , p. 4).
Leonor de la Misericordia dijo de ella: “Era una religiosa de mucho caudal y de gran perfección. Levóla Dios para sí como una muerte muy santa, como lo fue su vida, siendo Priora del Convento de Barcelona, donde lo había sido otros tres trienios”.
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Árbol Completo
1559 - 
