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- SEÑORIO DE MURGUIA
Calificado por Ignacio Arocena como un caso excepcional, el señorío de Murguía, de carácter indeterminado, reviste cierto interés histórico. Arocena escribe lo siguiente: «El primer Señor de Murguía de quien se tiene noticia es don Diego López de Salcedo, hijo natural, al decir de autorizados genealogistas, del Señor de Vizcaya don Diego López de Haro, y Merino Mayor de Alava yGuipúzcoa en los años que corren de 1261 a 1294. En el año 1382, fecha del contrato con los vecinos de Astigarraga de que luego se hablará, era Señora de Murguía su nieta doña Navarra Martínez de Oñaz, a la que, habiendo muerto sin dejar descendencia directa, sucedió en el señorío de la casa y en el dominio de sus ferrerías, molinos y montes, don Pedro Martínez de Emparan, su sobrino y más cercano pariente. El linaje de Murguía figuraba en el bando oñacino. Lope García de Salazar menciona su casa entre las castigadas por orden de la Hermandad en el año 1456.
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Señorío de Murguía
El primer señor de Murguía del que se tiene constancia es Diego López de Salcedo, que vivió en el siglo XIII. Se dice que fue hijo natural de uno de los Señores de Vizcaya y que ostentó los cargos de merino mayor de Álava y Guipúzcoa entre 1261 y 1291.
Los Señores de Murguía tenían su casa-torre en el emplazamiento donde se ubica actualmente el Palacio de Murguía. Desde ahí ejercían su dominio sobre la zona, controlando ferrerías, molinos, montes y especialmente el vado de Ergobia sobre el Urumea, donde cobraban peaje a las mercancías que pasaban.
Durante las Guerras banderizas de los siglos XIV y XV los Murguía fueron parte del bando oñacino. En este turbulento periodo los señores de Murguía lograron establecer una relación de cierto dominio señorial sobre los vecinos de Astigarraga. En 1382, siendo señora de Murguía Navarra Martínez de Oñaz, nieta de don Diego López de Salcedo; los vecinos de Astigarraga suscribieron un contrato con los señores de Murguía por el cual debían de prestar a los señores una serie de servicios y pagar una serie de tributos; a cambio de protección y una serie de derechos que les eran reconocidos por los segundos.
Según el cronista Lope García de Salazar la de los Murguía fue una de las casas castigadas por orden de la Hermandad de Guipúzcoa en 1456.
El Señorío de Murguía fue un rara avis en el ordenamiento político-jurídico de Guipúzcoa desde el siglo XV hasta el siglo XIX. Constituía lo que era denominado un coto cerrado, una serie de tierras y fincas propiedad de los señores, que no dependían administrativamente de ninguna entidad local, sino que estaban sometidas directamente a la jurisdicción de la Hermandad de la Provincia.
En efecto, Don Diego López de Salcedo, II Señor de Murguía, habíase casado con Doña Navarra de Oñaz, con la cual tuvo su única hija, llamada Doña Navarra Martínez de Oñáz, antes citada.) Habiendo muerto su único hijo, alenviudar, Doña Navarra Martínez de Oñáz, llamó a sucederle a su sobrino más cercano, Don Pedro Martínez de Emparán y Estenaga-Oñáz, hijo de Don Pedro Martínez de Emparán y Oria y de su mujer, Doña Navarra de Estenaga y Oñáz, posiblemente prima de Doña Navarra Martínez de Oñáz. Esta no es más explícita al indicar el grado de parentesco con Don Pedro Martínez de Emparán y Estenaga- Oñáz, se imita a llamarlo su sobrino más cercano, lo que nos hace presumir que no se trataría de un sobrino carnal. Casóse, este Don Pedro, Señor de Murguía, con Doña Inesa de Balda (de la en Azcoitia), de cuyo matrimonio nació Don Martín Pérez de Emparán y Balda, casado con Doña María López de Amézqueta y Lazcano, antes citada, quienes fueron padres de: a) Don Juan Martínez de Emparán y Amézqueta, casado con Catalina de Loyola e Iraeta.
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