Notas |
- Catalina Enriqueta de Portugal (Vila Viçosa, 26 de noviembre de 1638 - Lisboa, 31 de diciembre de 17051 ), fue Infanta de Portugal y reina consorte de Inglaterra, Escocia e Irlanda como esposa del rey Carlos II de Inglaterra, Escocia e Irlanda.
La infanta Catalina Enriqueta de Portugal nació en Vila Viçosa el 25 de noviembre de 1638. Cuarta de los 8 hijos del duque Juan II de Braganza -luego rey Juan IV de Portugal- y de Luisa Francisca de Guzmán. Por parte de madre era una 2ª bisnieta de San Francisco de Borja y Aragón; y, consiguientemente, descendiente directa del papa Alejandro VI (Rodrigo Borja o Borgia). Aunque recibió educación en un convento, esta fue estrechamente supervisada por su madre.
Después de la restauración de la Casa de Braganza, y el acceso de su padre al trono el 1 de diciembre de 1640, en diversas circunstancias le propusieron como novia, a pesar de tener sólo 8 años, para Juan José de Austria, Francisco de Beaufort, Luis XIV de Francia y Carlos II de Inglaterra.1 Se la consideró un conducto útil para establecer una alianza entre Portugal e Inglaterra, después del Tratado de los Pirineos en 1659 en el cual Portugal había sido desdeñado por Francia.
Al ser restaurado Carlos al trono inglés en 1660, la madre de Catalina volvió a abrir negociaciones con sus consejeros, y se firmó un tratado de matrimonio el 23 de junio de 1661.1
Como parte del dote, la corona portuguesa cedió a Inglaterra la ciudad de Tánger, en Marruecos, y la isla de Bombay (en la bahía de João Bom), en India.
Catalina se casó mediante poderes en Lisboa el 23 de abril de 1662 con el rey Carlos II de Inglaterra. Después de su llegada a Portsmouth el 14 de mayo de 1662, la pareja se casó en dos ceremonias - una católica realizada en secreto, seguida por un servicio público anglicano - el 21 de mayo de 1662, en la ciudad de Portsmouth.
Catalina no era una reina particularmente popular, por ser católica romana, y a causa de ello no poder ser coronada, ya que los católicos romanos tenían prohibido participar en servicios anglicanos. Inicialmente Catalina afrontó dificultades debido al idioma, las infidelidades del rey y los conflictos políticos entre católicos romanos y anglicanos. Con el tiempo, su decoro, tranquilidad, lealtad y afecto genuino para Carlos cambiaron la percepción del público respecto a ella.
A pesar de la reputación que tenía Carlos de mujeriego,1 Catalina nunca pudo darle un heredero vivo, pues aunque tuvo 3 embarazos -el último de los cuales fue en 1669-, todos terminaron en abortos. Su posición se tornaba difícil a medida que Carlos continuaba teniendo bastardos con sus amantes, sin embargo él insistió de que la trataran con respeto, y rehusó divorciarse de ella. Después de la muerte de Carlos en 1685, Catalina permaneció en Inglaterra durante el reinado de su cuñado Jacobo II, y volvió a Portugal al ser entronizados en forma conjunta Guillermo III y María II.
Catalina murió en Lisboa, el 31 de diciembre de 1705, a los 67 años de edad, siendo sepultada en la cripta real de la iglesia de Sao Vicente de Fora, Portugal.
Catalina es famosa por haber introducido la costumbre de tomar el té en Inglaterra.
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