Notas |
- Antonio de Mendoza y Pacheco (n. Mondéjar o Alcalá la Real, España; entre 1490-1493 - f. Lima, Perú; 1552), político y militar español, que fue caballero de Santiago, comendador de Socuéllamos, primer virrey de la Nueva España (durante 15 años) y segundo del Perú (durante 10 meses).
Don Antonio de Mendoza fue hijo de Íñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo Conde de Tendilla y primer Marqués de Mondéjar (a la vez nieto de Íñigo López de Mendoza, el gran poeta), y de su segunda esposa, Francisca Pacheco Portocarrero (hija de Don Juan Pacheco, primer conde de Escalona).
Nunca fue Conde de Tendilla, como muchas informaciones, biografías y publicaciones erróneamente le adjudican, ya que el título y mayorazgo recayó en su hermano mayor Luis Hurtado de Mendoza. El único título perpetuo que tuvo a su merced fue el de Comendador de Socuéllamos.
Se casó con Catalina de Vargas, hija de Francisco de Vargas, Contador Mayor de los Reyes Católicos, de la que tuvo tres hijos: Íñigo, el primogénito, Francisca y Francisco.
Fue el primer hombre que recibió el cargo de virrey en un territorio americano, junto con los nombramientos de gobernador, capitán general de Nueva España y presidente de la Real Audiencia de México, el 17 de abril de 1535.
Mantuvo una contienda de competencia con el capitán general Hernán Cortés, quien al final tuvo que subordinarse a su mandato. Después de tomar posesión de su cargo el 14 de noviembre, su primer acto fue llamar a México y someter a juicio de residencia al gobernador de Nueva Galicia Nuño Beltrán de Guzmán (que había sido presidente de la primera audiencia), bajo la acusación de corrupción y maltrato a los naturales. Nuño fue enviado preso a Castilla, en 1538.
El virrey hizo también abortar una conspiración de los esclavos negros (septiembre de 1537). En 1541 debió enfrentar en forma personal una grave sublevación de los indios caxcanes y chichimecas, en la región de Nueva Galicia, episodio conocido como la guerra del Mixtón, la cual culminó con la derrota de los indios, en febrero de 1542.
Durante los quince años de su mandato en Nueva España, las leyes administrativas que impartió le convirtieron en el supremo organizador del virreinato novohispano.
|