Notas |
- http://es.wikipedia.org/wiki/Enriqueta_Mar%C3%ADa_de_Francia
Enriqueta María de Francia nació en el palacio de Louvre, en París, el 25 de noviembre de 1609, siendo la menor de los 6 hijos del rey Enrique IV de Francia y de María de Médicis.
Su padre fue asesinado cuando apenas tenía 5 meses de edad (14 de mayo de 1610) y su madre fue desterrada de la corte en 1617, por lo que prácticamente creció huérfana, rodeada únicamente de sus hermanos y la corte francesa.
Cuando el príncipe de Gales, -futuro rey Carlos I- regresaba a su país con el duque de Buckingham luego de una infructuosa tratativa matrimonial con España, pasó por Francia, conociendo allí a Enriqueta María. Tras conseguir la aprobación de su padre y del rey Luis XIII de Francia -hermano de Enriqueta-, se casan por poderes en París, el 11 de mayo de 1625, poco después de que Carlos hubiera subido al trono inglés. Debido a que era católica, su elección como futura reina fue
recibida con desagrado entre los ingleses.
La ceremonia formal de matrimonio se llevó a cabo en la Iglesia de San Agustín, en Canterbury, Kent, el 13 de junio de 1625. Por su religión, fue imposible que fuera coronada reina al lado de su marido, al realizarse dicha ceremonia el 2 de febrero de 1626 en la abadía de Westminster. En un principio, sus relaciones eran frías. Enriqueta María trajo consigo de su país, muchos servidores, que le costaban grandes caudales a la Corona. Eventualmente, el rey envió toda la comitiva de regreso a Francia, dejándole únicamente a su adolescente novia -tenía apenas 16 años- nada más que a su capellán y dos damas de cámara. Al ver como la reina miraba, terriblemente triste, por la ventana del palacio como su séquito regresaba a Francia, Carlos reaccionó airadamente y arrastró a Enriqueta lejos de allí. Cada vez que los dos estaban juntos, comenzaban a discutir y se separaban, dejando de verse por semanas. Cuando se reconciliaban y volvían a juntarse, nuevamente se separaban, pues no podían dejar de pelear.
La reina detestaba al favorito de su marido, el Duques de Buckingham. Buckingham fue asesinado en agosto de 1628, posiblemente por órdenes de Enriqueta María y la facción francesa de la corte. Después de esto, su relación con el rey mejoró
notablemente, naciendo finalmente entre ellos profundos lazos de amor y afecto. Su negativa de renunciar a su fe católica le ganó el odio de muchos de sus súbditos y de ciertos cortesanos de gran poder tales como Guillermo Laud, arzobispo de Canterbury y Thomas Wentworth, conde de Strafford.
De este matrimonio nacieron 9 hijos:
Carlos Jacobo (1629), nombrado al nacer duque de Cornualles y Rothesay;
Carlos (1630 - 1685), sucesor de Carlos I y rey de Inglaterra y Escocia tras la restauración de la monarquía en 1660 con el nombre de Carlos II;
María (1631 - 1660), casada con el príncipe Guillermo II de Orange-Nassau, duque de Nassau, Estatúder de los Países Bajos;
Jacobo (1633 - 1701), duque de York (1644) y de Albany (1660); sucede a su hermano como Jacobo II de Inglaterra y VII de Escocia;
Isabel (1635 - 1650);
Ana (1637 - 1640);
Catalina (1639);
Enrique (1640 - 1660), nombrado conde de Richmond (1644) y duque de Gloucester (1659);
Enriqueta Ana (1644 - 1670), casada con Felipe I, duque de Orleans, hermano del rey Luis XIV de Francia.
Enriqueta María participó cada vez más en la política inglesa mientras que el país iba sin remedio hacia un conflicto abierto en la década de 1630. Ella se alió con los cortesanos puritanos para evitar un acercamiento diplomático con España y tramó un complot para apoderarse de los parlamentarios. Teniendo la guerra cada vez más cerca, ella puso activamente a reunir fondos y ayuda para su marido, pero su deseos de recurrir a fuentes católicas como el Papa y su hermano, el rey francés, encolerizaron a muchos en Inglaterra y obstaculizó los esfuerzos de Carlos.
En agosto de 1642, cuando el conflicto comenzó, ella estaba en Europa. Enriqueta continúa recolectando dinero para la causa realista, y no volvió a Inglaterra hasta inicios de 1643. Desembarcó en Bridlington, en Yorkshire, con las tropas y
soldados que había logrado reunir, y se unió las fuerzas realistas en el norte de Inglaterra, armando su cuartel general en York. Permaneció con el ejército en el norte durante algunos meses antes de reunirse con el rey en Oxford. El colapso de la posición del rey vino cuando los escoceses se pusieron de lado del Parlamento. Su negativa a aceptar los rigurosos términos del acuerdo de paz la obligó a huir a Francia con sus hijos en julio de 1644. Enriqueta y Carlos no volverían a verse. El rey fue ejecutado en 1649, dejándola casi indigente.
Enriqueta se traslada a París, designando como su canciller al excéntrico Sir Kenelm Digby. Encolerizó a los realistas exiliados y su hijo mayor al tratar de convertir a su hijo más joven, Enrique, al catolicismo. Volvió a Inglaterra tras la restauración en octubre de 1660 y vivió como Reina Viuda en Somerset House, en Londres, hasta 1665, cuando volvió permanentemente a Francia. Sus problemas financieros fueron resueltos gracias a una generosa pensión. Fundó un convento en Chaillot, en donde se retiró.
Murió en château de Colombes, el 10 de septiembre de 1669, a los 59 años de edad, siendo sepultada en el Panteón Real en la Basílica de Saint Denis, cerca de París.
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