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Leonor de Ayanz

Mujer 1551 -



  • Nombre Leonor de Ayanz 
    Nacimiento 1551  Guenduláin, Navarra, España Buscar todos los individuos que registran eventos en este lugar. 
    Sexo Mujer 
    Notas 
    • de Ayanz, profesó como carmelita descalza y participó en la fundación del convento de Pamplona
      AmpliarSan Ignacio de Loyola, por Iacobus Laurus, destacado grabador y editor romano, activo en las últimas décadas del siglo XVI y comienzos de la siguiente centuria. Pertenece a la colección de estampas de Leonor de Ayanz
      San Ignacio de Loyola, por Iacobus Laurus, destacado grabador y editor romano, activo en las últimas décadas del siglo XVI y comienzos de la siguiente centuria. Pertenece a la colección de estampas de Leonor de AyanzCEDIDA
      RICARDO FERNÁNDEZ GRACIA CÁTEDRA DE PATRIMONIO Y ARTE NAVARRO UNIVERSIDAD DE NAVARRA
      Publicado el 06/05/2024 a las 05:00
      A la luz de uno de los dictámenes de santa Teresa que afirma “Lee y conducirás, no leas y serás conducido” y de otros pensamientos de la misma, en donde insiste en su pasión por los libros y en la conveniencia de tratar con quien tuviese letras, hay que recordar que, en las Constituciones para sus religiosas, pensó siempre en una pequeña biblioteca para cada convento, exigiendo a las monjas saber leer, en un ambiente generalizado de analfabetismo femenino. Pero la consecuencia más notable de ello, en clave cultural femenina, fue la serie de monjas escritoras de calidad que surgieron en el mundillo claustral del Carmelo Teresiano. Los casos más notables: ante todo, la priora del Carmelo de Sevilla, María de san José, buena poetisa y excelente escritora clásica; Ana de san Bartolomé, también poetisa y gran escritora, joven analfabeta iniciada en las letras por la propia santa; el caso excepcional de la joven navarra Leonor de la Misericordia (Ayanz); la vallisoletana Cecilia del Nacimiento, extraordinaria poetisa y prosista; el caso singular de la riojana Ana de la Trinidad, autora de un excelente poemario, con 19 de sonetos de suma calidad. En los siglos siguientes se prolongó la serie, tanto en España como a nivel internacional. Baste mencionar las figuras, en Francia, de santa Teresita, autora del libro religioso que más ha influido en la espiritualidad del último siglo, y a su lado la beata sor Isabel de la Trinidad. En Alemania, el caso de Edith Stein (santa Teresa Benedicta de la Cruz), filósofa, poeta y teóloga espiritual. En Italia, es todavía reciente la figura de la beata Cándida de la Eucaristía, autora de escritos candentes de piedad eucarística. En España, es sobresaliente la figura de santa María Maravillas. Y en tierras sudamericanas destacan las plumas deliciosas de dos escritoras jóvenes y geniales: la chilena santa Teresa de Jesús de los Andes, y la encantadora paraguaya H. Felicia de Jesús Sacramentado, más conocida como “La Chiquitunga”.
      Leonor Ayanz: de esmerada educación y familia aristocrática
      Leonor nació en el palacio solariego de Guenduláin en 1551, siendo el primer retoño del matrimonio formado por don Carlos Ayanz, señor del lugar, y doña Catalina de Beaumont y Navarra. Era biznieta por vía materna del condestable de Navarra don Luis de Beaumont, tercer conde de Lerín, por vía ilegítima, pues tuvo un hijo, fuera de matrimonio, que fue el abuelo de nuestra protagonista. En su juventud adquirió una exquisita formación humanista junto a doña Brianda de Beaumont, hija y heredera del Condestable de Navarra, recordada por Lope de Vega en La Arcadia (1598), como “la divina doña Brianda, gloria de Beaumonte”. Tras un matrimonio fracasado, al parecer contra su voluntad, con su primo don Francés de Beaumont y Navarra, marchó a Soria con doña Beatriz de Beaumont y allí conoció a santa Teresa, decidiéndose por ingresar en las carmelitas. Desde que tomó el hábito y profesó, su vida cambió de rumbo y se esmeró en ser una buena religiosa. Una relación sobre su vida, realizada años después de su muerte, nos la describe en su vida conventual como adornada de “todas las gracias, pues con ser de claro entendimiento, mucha hermosura, noble sangre, saber escribir y cantar con destreza, tañer, pintar, dibujar y bordar con gala, cortar y coser los ornamentos sagrados para la sacristía y los hábitos de las monjas, nunca le oyeron que hablase en ello… “ Con Catalina de Cristo vino a la fundación de Pamplona y marchó también a la de Barcelona, regresando, definitivamente, a la capital navarra con el cuerpo de Catalina (†1594), en 1604. Leonor falleció en el convento de la Plaza del Castillo, en 1620. El padre Gracián la había juzgado así en 1589: “En lo interior era un serafín de condición y alma, y en lo exterior un ángel de rostro y buena gracia. Tenía habilidad rara en escribir, pintar, saber latín y en las demás labores y ejercicios de mujeres, acompañando con prudencia varonil”.

      Referencia y texto completo:

      https://www.diariodenavarra.es/noticias/cultura-ocio/cultura/2024/05/06/leonor-ayanz-humanista-coleccionista-grabados-607564-1034.html
    ID Persona I124137  geneaordonez
    Última Modificación 6 May 2024 

    Padre Señor de Guenduláin Carlos de Ayanz de Navarra y Gongora 
    Madre Catalina de Beaumont y Navarra Porres 
    Matrimonio Sí, fecha desconocida 
    ID Familia F33921  Hoja del Grupo  |  Family Chart

    Familia Frances de Beaumont Navarra 
    ID Familia F49923  Hoja del Grupo  |  Family Chart
    Última Modificación 7 Oct 2018 



Última actualización Jose Luis Ordonez